El 20 de febrero de 1984 el grupo británico lanzó su primera placa, titulada homónimamente. Cinco años duró la formación, pero la agrupación pasó a categoría de culto y trascendió aún más.
Hace un cuarto de siglo, la banda formada por Steven Patrick Morrissey, Johnny Marr, Andy Rourke y Mike Joyce, lanzó al mercado su primer disco, “The Smiths”, álbum homónimo que los posicionó como una de las agrupaciones más respetadas e inspiradoras de la creación independiente. Formados en 1982, el grupo de Manchester duró sólo cinco años pero el legado mucho más. Cuatro discos de estudio, millones de fanáticos en el mundo y una eterna lección de creatividad, reflejada no sólo en las canciones sino también en el arte gráfico de sus álbumes. Primero fue Joe Dallesandro, el actor fetiche de Andy Warhol y símbolo sexual del underground, quien ocupó la carátula de la ópera prima del clan Morrissey-Marr. Le siguió Alain Delon y también Elvis Presley, Truman Capote, etcétera, etcétera. Entre los once temas, entregados el 20 de febrero de 1984, destacan himnos de los ochenta como “This charming man” y “Reel around the fountain”. No obstante, los siguientes trabajos dejaron también solemnes manifiestos de rebeldía, desamor y descontento sin la necesidad de optar por sonidos desenfadados. Esa misma es la premisa que tal vez los mantiene como referentes de la contracultura, la no dependencia de un estándar común para decir lo que hay que decir. Su líder, el asexuado Morrissey, vegetariano y -según se ha dicho alguna vez- célibe por opción, continúa siendo una especie de imagen misteriosamente educadora y ejemplificadora, lo que lo ha elevado a la categoría de ídolo. Eso, aunque a personajes como Marilyn Manson y de seguro a muchos más, no le guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario